martes, 1 de junio de 2010

San Juan Bosco

 LA EDUCACIÓN, DESAFÍO DE HOY
Ante los diversos problemas que estallan en nuestra sociedad: alcoholismo, drogas, miseria, violencias intra y extra familiar, etc…, una observación común es señalar, la falta de educación. La educación es vista como el más básico camino hacia una nueva humanidad capaz de superar las situaciones de pobreza y falta de equidad, de escándalos e inmoralidades, de pérdida de sentido y desorientación.
Don Bosco, un apasionado de la vida, descubrió muy pronto, que el camino para tener vida y vida abundante, especialmente en los jóvenes, reserva de vida de la humanidad, es la educación. Por eso la educación pertenece al corazón del carisma salesiano, orientado a formar “honestos ciudadanos y buenos cristianos”.
“Como educadores, colaboramos con los jóvenes, para desarrollar sus talentos y aptitudes hasta la plena madurez.
En las diversas circunstancias compartimos con ellos el pan, y promovemos su competencia profesional y formación cultural.
Siempre y en todos los casos, les ayudamos a abrirse a la verdad y a adquirir una libertad responsable. Con ese fin, nos esforzamos por suscitar en ellos la convicción y el gusto de los valores auténticos, que los orienten al diálogo y al servicio” (Const. 32)..
¿Cómo realizar esta misión? Don Bosco nos dejó, no sólo la misión sino, también, el modo de responder a las necesidades de los jóvenes, a través de lo que él llamó el Sistema Preventivo.

1. EL SISTEMA PREVENTIVO, ES DE DON BOSCO.
Es impresionante la admiración que suele despertar la figura de San Juan Bosco no sólo entre los cristianos sino, también, en otros ambientes, especialmente por su capacidad y testimonio educativo. Es probable que factores determinantes de esa amplia resonancia hayan sido:
- la modernidad del sistema que acepta cuanto de positivo ofrece la cultura y la civilización de los diversos ambientes en que él se desarrolla;
- su humanidad que rechaza todo lo rígido y toda visión estrecha y miope;
- el optimismo franco y sincero que se hace comprensivo y hasta simpático a todos, más allá de toda instancia sectaria.
¿Pero de dónde y cómo surgió este Sistema Preventivo de Don Bosco?
Don Bosco (hijo de Margarita Occhiena y de Francisco, muerto a los 34 años cuando su pequeño hijo Juan tenia apenas dos), no es un clásico de la pedagogía en el aspecto teórico: es un artista educador que siente la necesidad de traducir y experimentar las intuiciones profundas derivadas de una idea, de una intuición y pasión interior: salvar a los jóvenes, ayudarles a labrarse un porvenir, con inteligencia y constancia, poniendo a su disposición toda su persona (MB 16, 290?291).
La acción educativa de Don Bosco (1815-1888) se desarrolla en el corazón del siglo XIX, que algunos han llamado el siglo de la pedagogía, en un contexto de crecimiento, en Europa, de la escuela y la educación popular. Don Bosco no fue extraño a este mundo en ebullición, haciendo su propia aportación.

2. ETAPAS DE LA EXPERIENCIA EDUCATIVA DE DON BOSCO
Un biógrafo suyo (Eugenio Ceria) ha dicho: “De la misma manera que hay quien nace poeta, músico o filósofo, Don Bosco ha nacido educador”. Se buscaba así resaltar la riqueza de cualidades innatas de una persona superior y poco común.
Considerando más atentamente, sin embargo, la vida de Don Bosco podemos decir que él llegó a ser educador, a través de una no breve auto-formación. Enumeremos algunos elementos que fueron haciendo a Don Bosco un Educador:
- Una experiencia de educación familiar excepcional, carenciada por la temprana muerte del papá pero sostenida en forma admirable por Mamá Margarita;
- Estímulos extraordinarios de la gracia de Dios, manifestados, por ejemplo en el famoso sueño de los nueve año, en que se le revela la esencia de su estilo educativo: “No con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad deberás ganarte a estos tus amigos” (MO 22?25);
- Dones de naturaleza que lo hacían particularmente dispuesto para las relaciones personales: “Era todavía muy pequeño y ya estudiaba el carácter de mis compañeros. Y mirando a alguno a la cara, descubría por lo general las intenciones que tenía en su corazón” (MO 27?29);
- Experiencias juveniles exitosas, entre las que se destaca la fundación de la sociedad de la alegría durante los años 1831-35, la que constituye una primera iniciación a la pedagogía del amor y la alegría (MO 44?45);
- Una cultura humanista notable apoyada en una inteligencia y memoria extraordinarias (MO 58, 70, 77?78);
- Una pluralidad de experiencias de trabajo manual que lo pusieron en contacto con la realidad de la vida, en especial en la ciudad de Chieri, en la que se desempeñó como aprendiz de carpintero, sastre, zapatero, garzón (MO 63);
- La capacidad de emplear el tiempo libre con juegos de magia, cantos, declamación, espectáculos teatrales, actividades postescolares y clases de alfabetizaci6n: “Me dediqué a enseñar a algunos a leer y escribir con un éxito notable; ya que el deseo, hasta diré la manía de aprender atraía hacia mi a muchachos de todas las edades” (MO 95?96);
- Las experiencias más bien negativas de educación en el seminario de Chieri: “Yo apreciaba mucho a mis superiores. Pero nadie iba a hablar con ellos. Cuántas veces habría querido hablar con ellos... y no podía... Esto encendía en mi corazón cada vez más el deseo de ser pronto sacerdote para entretenerme entre los jovencitos, para estar con ellos y contentarles en todo momento” (MO 90?91);
- La orientación cada vez más decidida de trabajar entre los jóvenes, tanto durante los estudios del Seminario como después de la ordenación sacerdotal, en el convitto eclesiastico de Turín (1841?44). Al principio de este período tuvo lugar el memorable encuentro con Bartolomé Garelli, el primer joven de quien se ocupó Don Bosco con una cierta continuidad, a partir del 8 de diciembre de 1841. (MO 124?127);
- La consolidación de los oratorios (1844?64) y luego, la fundación de la Sociedad Salesiana (18 de diciembre de 1859)(MB 6,335) y de las Hijas de María Auxiliadora, (5 de Agosto de1872), dos institutos religiosos marcados con el carisma de la educación.
El 31 de enero de 1888 murió Don Bosco en Turín, después de haber visto desarrollarse y consolidarse su institución educativa en Italia, en Europa y en América del Sur. En las últimas horas quiso sintetizar la inspiraci6n fundamental de su pedagogía, diciendo a uno de sus más fieles hijos:”Dí a los jóvenes que los espero a todos en el Paraíso” (MB 18, 533). Y a Don Rúa, su sucesor, le.musitó ya muriendo: “Hazte amar”, (MB 18, 537), como sintetizando el espíritu de su concepción y acción educativa.
3. ALGUNAS FUENTES DEL PENSAMIENTO EDUCADOR DE DON BOSCO
Don Bosco fue, sin duda, un hombre de acción, pero siempre supo darse tiempo para ir recogiendo en escritos sencillos y prácticos su experiencia.
Su experiencia pedagógica, en particular, quedó plasmada en:
- Las Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales(MO), escritas por él mismo;
- Los 19 volúmenes de las Memorias Biográficas (MB) escritas por los historiadores Giovanni Battista Lemoyne y Eugenio Ceria;
- Cinco volúmenes de su Epistolario (E);
- Los diversos reglamentos para los oratorios, institutos y actividades (Banda, Teatro, etc…)
- Escritos específicos sobre temas educativos: el tratadito (siete hojas en 8º) sobre El Sistema Preventivo en la educación de la juventud (1977); la Carta circular sobre los castigos del 1883; la Carta de Roma del 10 de mayo de 1884.
Don Bosco, además, escribió abundantes libros al servicio de la educación: biografías de jóvenes del Oratorio (Domingo Savio, Miguel Magone, Francisco Besucco), libros religiosos para los jóvenes, entre los que se destaca la Juventud Instruida, libros de Historia para la escuela, obras de teatro educativo, etc…
A sus colaboradores, Don Bosco los estimuló a cultivar una gran estima por la cultura y la reflexión pedagógica, prestando especial atención a lo que nacía del contexto práctico, de la experiencia. En ellos les pedía tener un cuaderno con el título Experiencias, en el que fueran registrando todos los inconvenientes, desórdenes, equivocaciones... para que pudieran re-leerlo de vez en cuando y reflexionar sobre las propias observaciones (MB 7, 523). También los invita a tomar nota de las acciones, de las cualidades de los jóvenes... señalando, dentro de lo posible, las causas que están a la base de determinados efectos, positivos o negativos para los jóvenes… (MB 12, 69).
4. NOVEDAD Y ORIGINALIDAD DE LA PEDAGOGÍA DE DON BOSCO
¿Cuál es la novedad que aporta el Sistema Preventivo? Es necesario reconocer que Don Bosco está ligado a una serie de estímulos tradicionales, que él los revive, sin embargo, de una manera abierta y original. En pastoral y moral, por ejemplo, sigue a San Alfonso de Liborio, que presenta una concepción humana y moderna de la moral, más atenta a la psicología del hombre y de la mujer. En la pedagogía se deja guiar por su afinidad con San Felipe Neri (el santo de la alegría), por San Francisco de Sales (el humanista de que presenta la santidad como algo posible a todos), por San Carlos Borromeo (gran organizador de nuevas y geniales obras educativas y pastorales), por San Juan Bautista de La Salle (instaurador de un nuevo estilo educativo cristiano), por F. Aporti, insigne pedagogo contemporáneo, a cuyas lecciones parece que asistió como oyente en 1844 en Turín, recogiendo de él una palabra y una síntesis que se convirtió en piedra fundamental de su sistema educativo: la amorevolezza, una palabra imposible de traducir que habla de un amor-querido, no sólo sentimiento.
La característica fundamental del sistema educativo y del estilo de Don Bosco es, pues, la siguiente: haberse colocado en la línea de la tradición, acentuando el primado pedagógico del amor (amorevolezza) y del optimismo educativo.
¿Cuál es la originalidad del estilo de Don Bosco? En realidad el Sistema Preventivo es tan antiguo como el cristianismo, o mejor, como la educación auténtica. Pero su originalidad reside en el hecho de que todo lo tradicional es asumido por un temperamento extraordinariamente abierto a la vida y por lo tanto, inmediatamente vivido y puesto en práctica, más que ideado y organizado teóricamente. Por esto, su estilo es personal e inconfundible, un estilo bosquiano, el de un gran educador?artista que, partiendo de normas difundidas y comunes, crea su obra maestra, que lo convierte en el iniciador de una escuela del arte educativo.
No es posible dejar de reconocer una potente originalidad en la obra de Don Bosco, pero esta originalidad, deriva, más que de meditadas teorías, de su propia personalidad de educador artista. La pedagogía de Don Bosco, es la pedagogía del cristianismo vivida y puesta en práctica por un genio y un santo del s. XIX.


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 Educar significa “sacar de adentro”, despertar la riqueza dormida de las personas. ¿En que medida vivo una actitud educativa hacia las personas que me rodean?¿Las educo? Comparto algún logro o fracaso educativo que me ha servido mucho.
· ¿Procuro ir aprendiendo de la vida y de las personas?

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