martes, 31 de agosto de 2010

Obispos argentinos analizan su estrategia ante el “matrimonio” homosexual

Concluye la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal
BUENOS AIRES, jueves, 19 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- La reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, que preside el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, terminó este jueves, tras tres días de sesiones dominadas por el intercambio de opiniones sobre la estrategia seguida para oponerse a la ley de "matrimonio" entre personas del mismo sexo.

En la sede episcopal de Suipacha 1032, en el barrio porteño de Retiro, una veintena de obispos presidentes de comisiones episcopales y de las regiones pastorales analizaron cuestiones estatutarias, escucharon informes de diversas comisiones y avanzaron en la puesta en práctica de la Misión Continental en las diócesis del país, entre otras cuestiones inherentes al quehacer pastoral de la Iglesia.
Asimismo, prepararon el temario de la próxima reunión de la 100ª Asamblea Plenaria, por realizarse entre el lunes 8 y sábado 13 de noviembre en la casa de ejercicios El Cenáculo - La Montonera, de Pilar.

En este marco, el portavoz episcopal, presbítero Jorge Oesterheld, según informa la agencia AICA, transmitió la preocupación de la Iglesia por el impacto que la ley de "matrimonio" entre personas del mismo sexo tendrá en la educación de las futuras generaciones de los argentinos, ya que el Estado reconoce, a partir de la normativa, una nueva concepción de familia.
"La vigencia de la ley plantea renovados desafíos, como la forma de afrontar esta nueva realidad en la educación, particularmente en los colegios católicos, con los docentes y con los alumnos. Y también cómo manejar el tema en las propias familias católicas", indicó.

Informe de comisiones episcopales
La Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones Más Necesitadas, que preside monseñor Adolfo Uriona, obispo de Añatuya, anticipó los alcances que tendrá la colecta nacional Más por Menos, prevista para los días 11 y 12 de setiembre con el lema "Construyamos una historia sin excluidos".

A su turno, la Comisión Episcopal de Pastoral Social, que preside monseñor Jorge Casaretto, obispo de San Isidro, dio detalles de los preparativos para el Encuentro Nacional Repensando la Política que se realizará del 17 al 19 de septiembre en la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, con el objetivo de realizar propuestas para recuperar la política como servicio a la vida, a la familia, a los más pobres y excluidos, a la sociedad, a la cultura y al desarrollo integral de "toda la persona y de todas las personas".

También presentó el Primer Congreso Nacional de la Doctrina Social de la Iglesia, que se realizará en la arquidiócesis de Rosario en 2011, cuyo objetivo será seguir promoviendo la prioridad del Bicentenario 2010-2016: erradicar la pobreza y generar el desarrollo integral.

La Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica, cuyo responsable es monseñor Luis Eichhorn, obispo de Morón, informó sobre los preparativos para el III Congreso Catequístico Nacional (III CCN Morón 2012), con el lema "Anticipar la Aurora: construir la esperanza"

miércoles, 25 de agosto de 2010

El Joven Ateo

El Joven Ateo

Hace unos 14 años, estaba revisando el registro de mis estudiantes universitarios para la sesión de apertura de mi clase sobre teología de la fe. Ese fue el primer día que vi a Tommy. Estaba peinando su largo cabello rubio, que colgaba 15 centímetros por debajo de sus hombros. Sé que lo que está dentro de la cabeza, no sobre ella, es lo que cuenta; pero en ese tiempo yo no estaba preparado para Tommy, así que lo catalogué como problemático, muy problemático.

Tommy resultó ser el ateo residente de mi curso. Constantemente objetaba o se burlaba de la posibilidad de un Dios que amaba incondicionalmente. Así todo, vivimos en una paz relativa  durante un semestre, aunque a veces era un dolor de cabeza.


Al final del curso, cuando entregó su examen, me preguntó en un tono un poco cínico: 

-¿Cree usted que encontraré a Dios alguna vez?

Me decidí por un poco de terapia de choque.


-¡No!, dije enfáticamente.
-¡Ah! -respondió -pensé que ése era el producto que estaba usted vendiendo.


Lo dejé dar cinco pasos hacia la puerta y luego lo llamé:


-Tommy. ¡No creo que lo encuentres nunca, pero estoy seguro de que Él te encontrará a ti!
Tommy simplemente se encogió de hombros y se fue. Me sentí un poco desilusionado de que no hubiera recibido mi hábil mensaje.

Un tiempo después de su graduación me llegó un informe triste: Tommy tenía cáncer terminal. 
Antes de que yo pudiera buscarlo, él vino a mí. Cuando entró en mi oficina, su cuerpo estaba muy deteriorado y su largo cabello se había caído a causa de la quimioterapia. Pero sus ojos eran brillantes y su voz firme como nunca lo había escuchado. 
- Tommy, he pensado mucho en ti. Supe que estás enfermo, le dije.
- Sí, muy enfermo, profesor. Tengo cáncer. Es cuestión de semanas.
- ¿Puedes hablar de ello?
- Seguro, ¿qué le gustaría saber?
- ¿Qué se siente saber que tienes 24 y te estás muriendo?
- ¡Bueno, podría ser peor!
- ¿Como qué?
- Bueno, como tener 50 años y no tener valores o ideales. Como tener 50 años y pensar que beber, seducir mujeres y hacer dinero son las cosas más importantes en la vida...

Pero vine a verlo realmente por algo que me dijo el último día de clase. Le pregunté si usted pensaba que alguna vez encontraría a Dios y usted me dijo que no, lo cual me sorprendió. Luego me dijo: "Pero Él te encontrará a ti". Pensé mucho en eso, aunque mi búsqueda no fue para nada intensa entonces. Pero cuando los doctores quitaron un bulto de mi ingle y me dijeron que era maligno, tomé muy en serio localizar a Dios. Y cuando la malignidad se diseminó a mis órganos vitales, comencé realmente a golpear las puertas del cielo. Pero nada sucedió. 
Bien, un día me desperté y, en lugar de lanzar más peticiones inútiles a un Dios que puede o no existir, simplemente me di por vencido. No me importaba Dios ni la otra vida ni nada por el estilo. 
Decidí entonces pasar el tiempo que me queda, haciendo algo más provechoso. Pensé en usted y en algo que había dicho en una de sus conferencias: "La tristeza esencial es ir por la vida sin amar. Pero sería igualmente triste dejar este mundo sin decirles a los que amas que los has amado".  
Así que empecé con el más difícil de todos: mi padre. Estaba él leyendo el periódico cuando me acerqué y le dije: 
-Papá, me gustaría hablar contigo.
-Bien, habla, contestó.
-Quiero decirte que esto es importante para mi, papá.


Bajó su periódico lentamente como unos 10 centímetros y me preguntó:


-¿De qué se trata?
-Papá, te quiero. Simplemente quería que lo supieras.
Tommy sonrió y dijo con evidente satisfacción, como si sintiera que una alegría cálida  y secreta surgiera dentro de él:


-El periódico cayó al piso. Entonces, mi padre hizo dos cosas que no recordaba que hubiera hecho antes. Lloró y me abrazó. Y hablamos toda la noche, aunque él tenía que trabajar al día siguiente. Fue más fácil con mi mamá y mi hermanito. También lloraron conmigo y nos abrazamos y compartimos cosas que habíamos guardado en secreto por muchos años.  Sólo sentí haber esperado tanto tiempo. Aquí estaba yo, a la sombra de la muerte, y apenas comenzaba a sincerarme con las persona que estaban cerca de mí.

De pronto, un día Dios ya estaba allí. No vino a mí cuando se lo supliqué.  Aparentemente, Dios hace las cosas a Su manera y en Su momento. Lo importante es que usted tenía razón. Él me encontró aunque yo había dejado de buscarlo.

-Tommy -respondí-, creo que estás diciendo algo muy profundo. Estás diciendo que la manera más segura de encontrar a Dios no es tratando de convertirlo en una propiedad privada sino abriéndose al amor...  Tommy, ¿podrías hacerme un favor?.  ¿Vendrías a mi clase de teología de la fe a decir a mis estudiantes lo que me acabas de contar?
Aunque programamos una fecha, no pudo lograrlo. Por supuesto, su vida no terminó realmente con su muerte, sólo cambió. Dio el gran paso de la fe a la visión.  Encontró una vida mucho más hermosa de lo que el ojo del hombre ha visto nunca, o la mente del hombre ha imaginado jamás.
Antes de que muriera, hablamos por última vez:

-No voy a poder ir a su clase, me dijo.
-Lo sé, Tommy.
-¿Se lo dirá usted a todos por mí?. ¿Se lo dirá a todo el mundo por mí?
-Lo haré, Tommy. Se lo diré.

¿SE LO DIRÁS TU?  A todos los que viven cerca de tí, en tu casa, en tu trabajo...

(Desconozco el autor)

lunes, 23 de agosto de 2010

PARA LOS CATEQUISTAS

BUENOS AIRES, domingo, 22 de agosto de 2010 (ZENIT.org).
-El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, aprovechó la festividad de San Pío X y la celebración del Día del Catequista para agradecer "la entrega silenciosa y comprometida en el ministerio de la Catequesis".

El purpurado porteño destacó el momento especial que vive la Catequesis en la Argentina a raíz de la preparación al III Congreso Catequístico Nacional, por realizarse en 2012 en la diócesis de Morón con el lema "Anticipar la aurora, construir la esperanza".

Tras pedirle al Señor que "rejuvenezca" a los catequistas con su gracia, recordó, citando el Documento de Aparecida, que "la renovación de la pastoral y de la catequesis no dependerá "de grandes programas y estructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradición y novedad, como discípulos de Jesucristo y misioneros de su Reino".

"En nuestra tarea evangelizadora Dios nos pide que acompañemos a un pueblo que camina en la fe. Por eso el Señor nos regala rostros, historias y búsquedas... Y siempre nos hace bien recordar que ese niño, joven o adulto que Dios pone en nuestro camino, no son vasijas que debemos llenar de contenidos o personas que debemos conquistar. El Señor ya habita en sus corazones, ya que El siempre nos precede, nos ‘primerea'", subrayó en una carta a los catequistas.

El primado precisó que "nuestra tarea será simplemente ¡y nada menos! ayudar a develar, a explicitar la Presencia de Aquél que ya está y tiene el poder de hacer plena toda vida. Misión hermosa, ministerio de la Palabra que los catequistas realizan ininterrumpidamente desde hace casi dos mil años. Servicio eclesial que reconoce muchas formas y diversos lugares", y los animó a  que "no dejen de estar al servicio del santo pueblo fiel de Dios."

El purpurado enumeró, además, cuáles son las necesidades de ese pueblo fiel:

"Un pueblo que necesita de testigos antes que maestros. Hagan que la catequesis sea transversalmente kerygmática, para que el proceso y maduración de la fe tengan la frescura del encuentro con Aquél que, a través de la Iniciación Cristiana, te consolida como discípulo misionero.

"Un pueblo del cual ustedes y yo formamos parte y con el cual, gracias al Bautismo, nos reconocemos familia y nos descubrimos hermanados en Jesús y sanados de toda herida de orfandad.

     "Un pueblo cuya vida transcurre en esta querida ciudad que habitamos, cuyo río muchas veces no supimos cuidar pero nos da identidad de ‘porteños'. Ciudad de Buenos Aires, autónoma y dependiente al mismo tiempo, con mucho de Corinto en sus luces y en sus sombras.

     "Un pueblo y una ciudad que tienen fe y se palpa en su diario caminar. Rica en sus numerosos santuarios y en esos altarcitos familiares que, paradójicamente, son más frecuentes en los barrios para algunos mirados simplonamente como marginales o descartables.

     "Un pueblo y una ciudad necesitados de cercanía, para que ‘lo macro' y el anonimato no maten la historia mínima que, por ser humana y cristiana, se hace historia y tierra sagrada.

     "Un pueblo y una ciudad amenazados como nunca por una cultura cada vez más pagana, que se enorgullece de su amnesia y nos pretende imponer a un Dios destilado, trascendente pero dentro de los límites de la inmanencia... siempre a nuestra mano para ser usado como un instrumento más del consumismo que nos agobia.

     "Un pueblo y una ciudad que te necesitan más que nunca para que en Buenos Aires la trasmisión de la fe siga provocando encuentro y fiesta.

     El cardenal Bergoglio sostuvo que "para que la frescura del niño rezando a la noche y el tesoro de sabiduría de nuestros mayores le den a nuestra ciudad ‘buenos aires', aires de trascendencia que provienen del cielo pero hacen habitable la tierra. Porque sin trascendencia, seremos dominados por lo intrascendente. No ha de extrañarnos que, contaminados los aires, también la naturaleza humana se torne biodegradable en nuestra ciudad".

     El arzobispo insistió en que "justamente por esto tu pueblo y tu ciudad te necesitan más que nunca catequista. Alegre, comprometido, renovado en tu fervor. Haciendo presente ese estilo de Iglesia misionera que sabe de fragilidades -propias y ajenas- y por eso sale, escucha, abraza, acompaña".

     "¡No te canses de sembrar! Y en este año del Bicentenario, me animo a proponerte que te acerques como peregrino a la parroquia de Nuestra Señora de la Piedad. Y ante la tumba de la Madre Antula, pedile para vos, para mí y para cada uno de los catequistas de esta bendita ciudad, su grandeza y su fortaleza. Suplicale la gracia de poder acompañar y cuidar la fe de nuestro pueblo fiel como ella lo supo hacer tres siglos atrás, en circunstancias también difíciles como las actuales. Será una manera de ‘anticipar la aurora, y construir la esperanza'", concluyó citando el lema del III Congreso Catequístico Nacional.