viernes, 9 de abril de 2010

Documentos del Magisterio de la Iglesia sobre la educación.

Introducción General
Pertenecemos a una generación afortunada, a una generación que sabe a que atenerse, que no debe dudar acerca de sus derechos y acerca de la realidad de la escuela católica. No siempre fue así.

La situación privilegiada de hoy comenzóen 1929 con la promulgación de la Encíclica Divini illius Magistri, tan desiciva en sus afirmaciones sobre la educaación en general y sobre la educación religiosa en particular, que pudo imperar durante más de 30 años, y aquietar a los católicos necesitados de inspiración, junto con lo enseñado por el Codex Juris Canonici de 1917.

El avance del secularismo pedía definiciones rotundas de la Iglesia Católica sobre el valor educativo de la escuela católica, en que radica fundamentalmente su significación y su razón de ser, y por cuya aplicación ella se constituye en una obra de auténtico apostolado.

La escuela católica no se diluye en una obra de mera educación. Es una acción, un instrumento de evangelización. Entra plenamente en la misión salvífica de la Iglesia, en la exigencia de la educación de la fe. Es ciertamente una institución humana, pero ha de ser exelente desde ese punto de vista; de lo contrario, no puede aspirar a ser católica.

Y gracias a Dios, tanto el Concilio Vaticano, como Pablo VI y Juan Pablo II ( y ahora Benedicto VI) fueron claros y renovadores acerca de la escuela católica, en sus mensajes, como lo fue la Congregación para la Educación Católica, en sus magistrales documentos: "La Escuela Católica" 1977, "El Laico Católico testigo de la fe en la escuela " 1982, y "La dimensión religiosa en la escuela católica" 1988.

Claretiana publica ahora la serie de documentos que jalonan la evolución del pesamiento eclesial sobre la escuela católica.

CONSUDEC

No hay comentarios:

Publicar un comentario