lunes, 9 de abril de 2012
PARA REFLEXIONAR EN FAMILIA
Es todo un arte el saber callar: cuándo, donde y cómo se debe callar. Ese arte no lo enseña ni la ciencia, ni la reflexión sino la propia vida.
Más te arrepentirás de hablar que de callar; aunque a veces será una verdadera obligación que hables y callar entonces será para ti vergonzoso.
Calla cuando debes callar; jamás hables cuando no debas hablar o cuando no sea prudente que hables; espera le momento oportuno, para que entonces tu palabra sea beneficiosa; mientras tanto, conserva tu silencio.
Calla cuando te halles nervioso, apasionado, no dueño de ti mismo, muy irritado o indignado; no es el momento, no es la circunstancia propicia para que hables; en esos casos el silencio es la única actitud que puedes tomar; si hablas, te arrepentirás tarde o temprano; ¿para qué hacer algo de lo que luego deberás arrepentirte?
Calla, pero que tu silencio no sea hostil, sino amable; que calle tu boca, pero que tu rostro hable con la sonrisa de la bondad y de la comprensión.
“Todo tiene su momento y cada cosa su tiempo bajo el cielo…su tiempo el callar y su tiempo de hablar” Ecle. 3, 1-7. Trastocar los tiempos no es prudente y a nada positivo conduce.
“Los cinco minutos de Dios” Alfonso Milagro
Después de leer el texto, en familia, lo comentamos y cada uno trata de sacar un propósito para realizar.
Respondemos:
1- ¿Qué les pareció el texto?
2- ¿Qué fue lo que más les gustó?
3- ¿Les parece importante poner en práctica lo que dice?
4- ¿Por qué?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario