jueves, 27 de mayo de 2010

Evaluación

Evaluación

Evaluación

Alicia R. W. de Camilloni
Funciones de la evaluación de los aprendizajes

4to. Congreso Internacional de Educación
14-15 de febrero de 2005

Conocer los niveles de logro de
los alumnos del sistema para
Evaluar las políticas educativas
Evaluar el funcionamiento del sistema
Evaluar el funcionamiento de la institución
 Evaluar el funcionamiento de la institución
Conocer los procesos de aprendizaje
de los alumnos de un curso y
de cada alumno para
Evaluar la calidad de la docencia
Evaluar los logros de cada alumno,
calificarlo y promoverlo
Ayudarlo en el proceso de apren- dizaje
Tres funciones diferentes
Evaluaciones generales
Evaluación certificadora
Evaluación formativa
¿Qué relación hay entre las tres funciones?
¿Debe haber relación entre las tres funciones?
Sí, pero se deben emplear diferentes instrumentos de evaluación
Los criterios y principios deben ser coincidentes
¿Qué tienen en común y en qué se diferencian?
En común
Condiciones ideales de un sistema de evaluación
Comprensivo: variedad de evidencias variedad de funciones
Coherente: base conceptual común en los diferentes niveles de la evaluación.
Continuo: evalúa el progreso a través del tiempo y se integra a la enseñanza
Integrado a los propósitos del sistema  y la formación de los docentes
Alto nivel de calidad de los aprendizajes
¿Qué aprendizajes se deben evaluar para las tres funciones?
Comprensión, observación y razonamiento
Empleo de los conocimientos en la resolución de problemas
Estrategias cognitivas generales
Estrategias cognitivas específicas para cada dominio disciplinar
Dominio de información relevante
Debilidades y errores que inciden negativamente en los aprendizajes
¿Qué tienen de diferente?
Los exámenes generales
Son útiles para hacer comparaciones entre países, jurisdicciones e instituciones.
Brindan información general
Diagnostican errores muy frecuentes
Son útiles para las autoridades
¿Qué tienen de diferente?
Las evaluaciones certificadoras
Observan y evalúan los logros finales de un proceso de aprendizaje.
Otorgan calificación
Deciden la promoción
Permiten comparar alumnos, clases, docentes, instituciones.
Diagnostican errores frecuentes
Las evaluaciones formativas
La información generadapor la evaluacióndebe ser empleada para queel profesor y los alumnos decidan cuál ha de ser el paso siguiente para mejorarla enseñanza y el aprendizaje
“Evaluación formativa: son todas aquellas actividades emprendidas por docentes y estudiantes con el propósito de proveer información para ser usada como feedback útil para modificar y mejorar las actividades de enseñanza y aprendizaje en las que están implicados”
(Paul Black and Dylan Wiliam, 1998)

miércoles, 26 de mayo de 2010

Bicentenario

El Papa desea a Argentina concordia y prosperidad en su Bicentenario


Celebración en la basílica de Nuestra Señora de Luján

BUENOS AIRES, martes 25 de mayo de 2010 (ZENIT.org).-
Benedicto XVI ha deseado concordia y prosperidad a Argentina en un mensaje que se leyó este martes al celebrarse en la basílica de Nuestra Señora de Luján el Bicentenario de esta nación.
Antes de empezar el Te Deum, el nuncio apostólico y "enviado extraordinario" pontificio para la celebración, el arzobispo Adriano Bernardini, leyó un mensaje del Papa dirigido a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, allí presente, y al pueblo argentino.
En su mensaje, el Santo Padre escribe: "Expreso vivamente mi afecto y cercanía espiritual a todos los argentinos, a los cuales encomiendo en mis oraciones, pidiendo al Señor que los bendiga abundantemente con la concordia, la paz y la prosperidad".
En la celebración, en la que también participaron mandatarios extranjeros y otras autoridades, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, aseguró que el Bicentenario es "una oportunidad de crecimiento", al plantear las celebraciones por la fecha patria desde las dimensiones de la memoria, la identidad, la reconciliación y los desafíos.
"Aprendamos de nuestras crisis, hagamos de nuestros desencuentros una oportunidad de crecimiento. De nada sirve llorar sobre las cenizas. Nunca ha ayudado la falta de esperanza. Solo se puede crecer en la comunión y el amor recíproco", aseveró en la basílica de Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina, lugar que eligió la jefa de Estado para celebrar el Te Deum del 25 de Mayo.
El prelado sostuvo que "debemos afirmar, que el bicentenario es un desafío insoslayable para la democracia argentina", e insistió que ésta fecha "interpela, interroga, reclama soluciones, estimula a elaborar proyectos políticos, a presentar propuestas sociales y culturales, a mejorar la calidad de nuestras instituciones", porque "acá se pone en juego nuestra capacidad de ser Nación, que como rezamos en la conocida oración por la Patria, ‘una Nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común'".
"Estamos ante una oportunidad única, ya sea a nivel mundial, donde la llamada globalización nos desafía a no perder nuestra identidad ni replegarnos sobre nosotros mismos. Se trata de enriquecernos dándonos. También es una ocasión propicia y hasta necesaria para una mayor integración al continente, a la América latina que conforman nuestros hermanos más cercanos: la patria grande soñada por San Martín y por Bolívar", indicó.
Monseñor Radrizzani consideró, además que "como argentinos y argentinas nos debemos un mayor desarrollo federal, sano y armónico. Llevamos transitados el mayor período en régimen democrático de nuestra historia y son apenas 27 años. Hemos de promover, como dice el papa Benedicto ‘una mayor fidelidad a la democracia, ya que es la única que puede garantizar la igualdad y los derechos de todos'. Se trata, explica más adelante en el mismo discurso, de una democracia con valores, es decir que busque la verdad y se pruebe en la justicia".
"El desafío de una educación para todos y que, como decía el gran educador de la juventud San Juan Bosco tenga por finalidad lograr ‘honestos ciudadanos y buenos cristianos'. Otro desafío impostergable será saldar nuestra deuda con los pueblos originarios. Ambas tareas nos permitirán construir nuestro futuro en paz y prosperidad", agregó.
Asimismo, estimó que "nos debemos un dialogo magnánimo y sereno, que significa abrirnos camino a través de la palabra y para eso debemos escucharnos con respeto y fortalecer el consenso sobre referencias comunes y constantes, más allá de partidismos e intereses personales".
El arzobispo reconoció que "no será tarea fácil incluir a todos, promover la igualdad y el desarrollo social, sin ‘sobrantes' como dice el documento de Aparecida, aunque también sabemos que sin la presencia y ayuda divina esto es imposible, ya que la mayor pobreza es la de no reconocer la presencia del Misterio de Dios y de su amor en la vida del hombre".
Monseñor Radrizzani concluyó la acción de gracias poniendo el Bicentenario "una vez en tus manos María de Luján, para que nos alcances de tu Hijo Jesús la fortaleza y la sabiduría que nos encaminen decididamente hacia la Patria de hermanos que soñamos", y pidiendo al Señor que conceda a los argentinos: Humildad para poder servirte en los pobres. Esperanza para superar las dificultades. Paciencia para saber construir con generosidad y alegría. Hambre y sed de justicia para trabajar por un mundo nuevo. Misericordia para sabernos perdonados. Un corazón puro para descubrirte en todos. Ser artesanos de la paz en cada día de nuestra vida. En una palabra, no avergonzarnos nunca de creer en Ti y vivir con coherencia el Evangelio. Jesucristo Señor de la historia, te necesitamos. Sé nuestro Pastor y guíanos siempre".

domingo, 23 de mayo de 2010

Gravissimum Educationis

Dimensión Religiosa de la educación en la Escuela Católica
Autor: Congregación para la educación Católica

El 28 de octubre de 1965 el Concilio Vaticano II aprobó la declaración Gravissimum educationis sobre la educación cristiana. Ella establece el elemento característico de la escuela católica: «Esta persigue, en no menor grado que las demás escuelas, los fines culturales y la formación humana de la juventud.
El Concilio permite, pues, subrayar como característica específica de la escuela católica, la dimensión religiosa: a) en el ambiente educativo; b) en el desarrollo de la personalidad juvenil; c) en la coordinación entre cultura y evangelio; d) de modo que todo sea iluminado por la fe.
Han transcurrido ya más de veinte años desde la declaración conciliar; por tanto, acogiendo las sugerencias llegadas de muchas partes, la Congregación para la Educación Católica dirige una cordial invitación a todos los Excelentísimos Ordinarios locales y a los Reverendísimos Superiores y Superioras de los Institutos dedicados a la educación de la juventud, a fin de que examinen si se han seguido tales directrices del Concilio.

Educar es seducir con lo valioso

Palabras de Enrique Rojas en la conferencia de apertura de los cursos de verano de la Universidad de Navarra 26 de noviembre de 2001

Educar es seducir con lo valioso
Cada día se hace más necesario educar tanto la inteligencia como una voluntad de la persona Enrique Rojas, director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas, afirmó que en la sociedad en la que vivimos "educar es seducir con lo valioso", ya que existe mucha información y poca formación. Un reto en la sociedad del conocimiento: la educación de la inteligencia y la voluntad ha sido el título de la conferencia en la que intervino el psiquiatra y que sirvió para inaugurar los cursos de verano de la Universidad de Navarra. En el acto de apertura participaron también el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, y el rector de la Universidad de Navarra, José Mª Bastero. Información más formación Enrique Rojas argumentó que tanto la vida afectiva como la intelectual –los dos ingredientes de la personalidad– necesitan ser educadas. "La educación es una tarea lenta y progresiva que requiere no sólo de información sino de formación. La información es conocimiento de datos, sin embargo, la formación es criterio, mejora de la personalidad", aclaró. Una obra de anoche a cargo de la lectura el autor de obras como "El amor inteligente", "El hombre light" o "Una teoría de la felicidad" insistió en que los padres tienen mucho que decir en la educación. "Se trata de una labor de orfebrería que tiene que empezar por la familia", matizó. Pero también recordó que es necesario recuperar una formación humanista, de manera que los libros ocupen un importante lugar. "La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo", señaló. Ante el bombardeo informativo El tema de los cursos de verano de las universidades navarras, "Por la sociedad del conocimiento", plantea, a juicio de Enrique Rojas, grandes interrogantes. El más importante de ellos es qué lugar ocupa la persona en esa nueva sociedad caracterizada por el "bombardeo informativo". El psiquiatra ha explicado como la educación de la inteligencia y la afectividad se convierten en un desafío apasionante y urgente en esta nueva era. Como el médico de cabecera En cuanto al papel de los psiquiatras, el director del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas comparó esta disciplina con un edificio de dos plantas: la de abajo sería la psicología y la de arriba, la psiquiatría. "Antes se pensaba que ir al psiquiatra significaba estar loco, pero hoy es casi como un médico de cabecera en los países desarrollados", concluyó. A cualquier cosa se le llama amor Rupturas conyugales, la tercera epidemia El amor, según Enrique Rojas, es el elemento más importante de la afectividad, pero en torno a él existe una lexicografía confusa. "A cualquier cosa se le llama amor. Existen muchas palabras relacionadas con él: enamorarse, querer, desear, gustar, buscar, necesitar... Hay muchos matices y la educación es necesaria para saber distinguir entre unas y otras", advirtió. La tercera epidemia mundial Enrique Rojas comentó que si hasta ahora había dos epidemias en el mundo moderno, la droga y el SIDA," ahora existe una tercera: la epidemia de rupturas conyugales". Al respecto señaló como en algunos países, como EEUU, Japón, Alemania o Inglaterra, alrededor del 50% de las parejas están rotas.

sábado, 22 de mayo de 2010

"GRAVISSIMUM EDUCATIONIS"

Proemio
El Santo Concilio Ecuménico considera atentamente la importancia decisiva de la educación en la vida del hombre y su influjo cada vez mayor en el progreso social contemporáneo. En realidad la verdadera educación de la juventud, e incluso también una constante formación de los adultos, se hace más fácil y más urgente en las circunstancias actuales. Porque los hombres, mucho mas conscientes de su propia dignidad y deber, desean participar cada vez más activamente en la vida social y, sobre todo, en la económica y en la política; los maravillosos progresos de la técnica y de la investigación científica, y los nuevos medios de comunicación social, ofrecen a los hombres, que, con frecuencia gozan de un mayor espacio de tiempo libre de otras ocupaciones, la oportunidad de acercarse con facilidad al patrimonio cultural del pensamiento y del espíritu, y de ayudarse mutuamente con una comunicación más estrecha que existe entre las distintas asociaciones y entre los pueblos.
En todas partes se realizan esfuerzos para promover más y más la obra de la educación. 1 Derecho universal a la educación y su noción.
Todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, en cuanto participantes de la dignidad de la persona, tienen el derecho inalienable de una educación, en orden a su fin último.
Los niños y los adolescentes tienen derecho a que se les estime a apreciar con recta conciencia los valores morales y a aceptarlos con adhesión personal y también a que se les estimule a conocer y amar más a Dios.

2 La educación cristiana.
Todos los cristianos, tienen derecho a la educación cristiana. Este Santo Concilio recuerda a los pastores de almas su gravísima obligación de proveer que todos los fieles disfruten de la educación cristiana y, sobre todo, los jóvenes, que son la esperanza de la Iglesia.

3. Los educadores
El deber de la educación, perteneciente, en primer lugar, a la familia, necesita de la ayuda de toda la sociedad.
Por fin, y por una razón particular, el deber de la educación corresponde a la Iglesia no sólo porque debe ser reconocida como sociedad humana capaz de educar, sino, sobre todo, porque tiene el deber de anunciar a todos los hombres el camino de la salvación, de comunicar a los creyentes la vida de Cristo y de ayudarles con atención constante para que puedan lograr la plenitud de esta vida

4 Varios medios para la educación cristiana.
La Iglesia se preocupa de todos los medios aptos, el primero de los cuales es la instrucción catequética, que ilumina y robustece la fe, anima la vida con el espíritu de Cristo, lleva a una consciente y activa participación del misterio litúrgico y alienta a una acción apostólica.

5. Importancia de la escuela
Entre todos los medios de educación, el de mayor importancia es la escuela, que, en virtud de su misión, a la vez que cultiva con asiduo cuidado las facultades intelectuales, desarrolla la capacidad del recto juicio, introduce en el patrimonio de la cultura conquistado por las generaciones pasadas, promueve el sentido de los valores, prepara a la vida profesional.

6 .Obligaciones y derechos de los padres
Es preciso que los padres, cuya primera e intransferible obligación y derecho es el de educar a los hijos, tengan absoluta libertad en la elección de las escuelas.
El Sagrado Concilio exhorta a los cristianos que ayuden de buen grado a encontrar los métodos aptos de educación y de ordenación de los estudios y a formar a los maestros que puedan educar convenientemente a los jóvenes y que atiendan con sus ayudas, sobre todo por medio de asociaciones de los padres de familia, toda la labor de la escuela máxime la educación moral que en ella debe darse.

7 La educación moral y religiosa en todas las escuelas.
Consciente, además, la Iglesia del gravísimo deber de procurar cuidadosamente la educación moral y religiosa de todos sus hijos, es necesario que atienda con afecto particular y con su ayuda a los muchísimos que se educan en escuelas no católicas, ya por medio del testimonio de la vida de los maestros y formadores, ya por la acción apostólica de los condiscípulos

8 Las escuelas católicas.
La presencia de la Iglesia en la tarea de la enseñanza se manifiesta, sobre todo, por la escuela católica. Ella busca, no es menor grado que las demás escuelas, los fines culturales y la formación humana de la juventud. Su nota distintiva es crear un ambiente comunitario escolástico, animado por el espíritu evangélico de libertad y de caridad.El Sagrado Concilio declara que la función de estos maestros es verdadero apostolado, muy conveniente y necesario también en nuestros tiempos, constituyendo a la vez un verdadero servicio prestado a la sociedad. Recuerda a los padres cristianos la obligación de confiar sus hijos, según las circunstancias de tiempo y lugar, a las escuelas católicas, de sostenerlas con todas sus fuerzas y de colaborar con ellas por el bien de sus propios hijos.

9 Diversas clases de escuelas católicas.
En la fundación y ordenación de las escuelas católicas, hay que atender a las necesidades de los progresos de nuestro tiempo. Por ello, mientras hay que favorecer las escuelas de enseñanza primaria y media, que constituyen el fundamento de la educación, también hay que tener muy en cuenta las requeridas por las condiciones actuales, como las escuelas profesionales, las técnicas, los institutos para la formación de adultos, para asistencia social, para subnormales y la escuela en que se preparan los maestros para la educación religiosa y para otras formas de educación. El Santo Concilio exhorta encarecidamente a los pastores de la Iglesia y a todos los fieles a que ayuden, sin escatimar sacrificios, a las escuelas católicas en el mejor y progresivo cumplimiento de su cometido y, ante todo, en atender a las necesidades de los pobres, a los que se ven privados de la ayuda y del afecto de la familia o que no participan del don de la fe.

10 Facultades y universidades católicas.
La Iglesia tiene también sumo cuidado de las escuelas superiores, sobre todo de las universidades y facultades.
Ha de hacerse como pública, estable y universal la presencia del pensamiento cristiano en el empeño de promover la cultura superior y que los alumnos de estos institutos se formen hombres prestigiosos por su doctrina, preparados para el desempeño de las funciones más importantes en la sociedad y testigos de la fe en el mundo.

11. Facultades de Ciencias Sagradas
La Iglesia espera mucho de la laboriosidad de las Facultades de ciencias sagradas. Ya que a ellas les confía el gravísimo cometido de formar a sus propios alumnos, no sólo para el ministerio sacerdotal, sino, sobre todo, para enseñar en los centros eclesiásticos de estudios superiores; para la investigación científica o para desarrollar las más arduas funciones del apostolado intelectual.

12. La coordinación escolar
Hay que procurar, con todo empeño, que se fomente entre las escuelas católicas una conveniente coordinación y se provea entre éstas y las demás escuelas la colaboración que exige el bien de todo el género humano.

Conclusión.
El Santo Concilio exhorta encarecidamente a los mismos jóvenes a que, conscientes del valor de la función educadora, estén preparados para abrazarla con generosidad, sobre todo en las regiones en que la educación de la juventud está en peligro por falta de maestros. El mismo Santo Concilio, agradeciendo a los sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares, que con su entrega evangélica se dedican a la educación y a las escuelas de cualquier género y grado, los exhorta a que perseveren generosamente en su empeño y a que se distingan en la formación de los alumnos en el espíritu de Cristo, en el arte pedagógico y en el estudio de la ciencia, de forma que no sólo promuevan la renovación interna de la Iglesia, sino que sirvan y acrecienten su benéfica presencia en el mundo de hoy, sobre todo en los intelectuales. Todas y cada una de las cosas contenidas en esta Declaración han obtenido el beneplácito de los Padres del Sacrosanto Concilio. Y Nos, en virtud de la potestad apostólica recibida de Cristo, juntamente con los Venerables Padre, las aprobamos, decretamos y establecemos con el Espíritu Santo y mandamos que lo así decidido conciliarmente sea promulgado para la gloria de Dios.

Roma, en San Pedro, 28 de octubre de 1965.Yo, PABLO, Obispo de la Iglesia Católica

Carta Circular

CARTA CIRCULAR N. 520/2009
A LOS EMINENTÍSIMOS Y EXCELENTÍSIMOS PRESIDENTES
DE LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES
SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA RELIGIÓN EN LA ESCUELA

Roma, el 5 de mayo de 2009

La educación se presenta hoy como una tarea compleja, vasta y urgente. La complejidad actual corre el riesgo de hacer perder lo esencial, es decir, la formación de la persona humana en su integridad, en particular por cuanto concierne la dimensión religiosa y espiritual.
La obra educativa, incluso cuando es realizada por más sujetos, tiene en los padres los primeros responsables de la educación.
Tal responsabilidad también se ejercita en el derecho a elegir la escuela que garantice una educación conforme a los propios principios religiosos y morales.
La escuela católica es un verdadero y real sujeto eclesial en razón de su acción escolar, donde se fundan en armonía la fe, la cultura y la vida.
 Ella está abierta a todos aquellos que quieran compartir el proyecto educativo inspirado en los principios cristianos.
La escuela católica es expresión de la comunidad eclesial y su catolicidad está garantizada por las autoridades competentes (Ordinario del lugar).
Asegura la libertad de elección de los padres católicos y es expresión del pluralismo escolar.
El principio de subsidiariedad regula la colaboración entre la familia y las distintas instituciones delegadas a la educación.
La libertad religiosa es el fundamento y la garantía de la presencia de la enseñanza de la religión en el espacio público escolar.
 Una concepción antropológica abierta a la dimensión trascendental es su condición cultural.
 En la escuela católica la enseñanza de la religión es característica irrenunciable del proyecto educativo.
 La enseñanza de la religión es diferente y complementaria a la catequesis, en cuanto es una enseñanza escolar que no solicita la adhesión de fe, pero transmite los conocimientos sobre la identidad del cristianismo y de la vida cristiana. Además, enriquece la Iglesia y la humanidad de laboratorios de cultura y humanidad.

Obediencia

Mayra Novelo

Fuente: arvo.con

La obediencia es una actitud responsable de colaboración y participación, importante para las buenas relaciones, convivencia y el trabajo productivo. Por el contrario, la obediencia nos lleva a practicar una libertad más plena.
Obediencia
Una de las cosas que más trabajo nos cuestan es someter nuestra voluntad a la orden de otra persona. Vivimos en una época donde se rechaza cualquier forma de autoridad, así como las reglas o normas que todos debemos cumplir. La soberbia y el egoísmo nos hacen sentir autosuficientes, superiores, sin rendir nuestro juicio y voluntad ante otros pretextando la defensa de nuestra libertad.
Parece claro que el problema no radica en las personas que ejercen una autoridad, tampoco en las normas creadas para mantener el orden, la seguridad y la armonía entre las personas, esta dentro de nosotros mismos. Debemos evitar caer en el error de "sentir" que obedeciendo nos convertimos en seres inferiores y sumisos caracterizados por una libertad mutilada. Por el contrario, la obediencia nos lleva a practicar una libertad más plena, porque echamos por la borda el pesado lastre de la soberbia y la comodidad. ¿No son acaso una fuerte atadura e impedimento para obedecer cabalmente?
¿Por qué nos cuesta tanto trabajo obedecer? Razones puede haber muchas, tal vez la más común se da cuando no reconocemos la autoridad de la persona que manda, por considerarla inferior, inepta, molesta o necia; cada vez que la actividad a realizar es contraria a nuestro gusto y preferencia; porque catalogamos las cosas como poco importantes, o debemos hacer a un lado nuestra comodidad y descanso. Cualquiera que sea el caso el resultado es el mismo: un actuar mecánico y porque "no nos queda más remedio", lo cual resta mérito a todo lo bueno que pudiéramos lograr.
No podemos negar que algunas ocasiones obedecemos gustosamente, pero lo hacemos por la simpatía que tenemos hacia quien lo pide, o definitivamente no nos cuesta trabajo cumplir con la encomienda. Entonces cabe preguntarnos si la obediencia en nosotros es un valor o es una postura que tomamos de acuerdo a las circunstancias.
Debe quedar claro, la obediencia no hace distinciones de personas y situaciones, para que sea realmente un valor, debe ir acompañada de nuestra voluntad de hacer las cosas, agregando nuestro ingenio y capacidad para obtener un resultado igual o mejor de lo esperado. Por tanto, el obedecer es un acto consciente, producto del razonamiento, discriminando todo sentimiento opuesto hacia las personas o actividades.
Esto nos lleva a considerar la manera en la que reaccionamos frente a las normas que exigen un cumplimiento: con facilidad desobedecemos las leyes de tránsito, buscamos la manera de simplificar cualquier tipo de trámites, cumplir con menos requisitos o no hacer fila para hacer un pago en la ventanilla correspondiente... no podemos pensar que el mundo debe girar alrededor de nuestros caprichos, sometiendo todo a la aprobación de nuestro juicio.
La obediencia requiere docilidad, traducida en seguir fielmente las indicaciones dadas. Si consideramos que algo no es correcto podemos expresar nuestro punto de vista, pero nunca hacer algo distinto o contrario a lo que se nos ha solicitado.
Además de ser dóciles debemos tener iniciativa, que consiste en poner de nuestra parte "lo que haga falta" para cumplir mejor con nuestra tarea. Muchas veces se manifiesta a través de los pequeños detalles: La portada y presentación final de un informe, limpiar y colocar perfectamente los muebles que cambiamos de lugar, acomodar en la alacena los víveres que compramos...
Ese toque personal y final que ponemos a las cosas complementa magníficamente nuestra obediencia, porque es una manera de identificarnos plenamente con el deseo de quien lo ha pedido, que en el fondo, es la esencia de obedecer.
En algunos casos y circunstancias, las personas que tienen autoridad pueden solicitar acciones contrarias a la dignidad de las personas y ajenas a los principios morales, como mentir, calumniar, robar... en estos y otros casos, no estamos obligados a obedecer porque nos convertimos en cómplices de acciones reprobables, de las cuales no nos gustaría ser los afectados.
Aunque el aprender a obedecer parece un valor a inculcar solamente en los niños, toda persona puede, y debe, procurar su desarrollo. Veamos algunos puntos que te ayudarán a cultivar mejor este valor:
- La obediencia no se determina por el afecto que puedas tener hacia la persona que manda, concéntrate en realizar de la tarea o cumplir el encargo que se te encomienda. Tu sentir en nada cambia el contenido de la orden.
- Ejecuta las peticiones u órdenes sin calificar si son de tu agrado o no.
- Toda encomienda es importante. Si es aparentemente simple, evita pensar que no corresponde "a tu categoría". Si no cumples con las cosas pequeñas, jamás cumplirás con las cosas que consideras como "grandes".
- No te quejes por los continuos encargos que recibes. Por una parte se tiene confianza en tu capacidad; por otra, ¿no crees que estás encubriendo tu pereza?
- Procura eliminar de tu persona esa visión mediocre de "sólo cumplir". Ten iniciativa: termina las cosas al detalle dando un toque final a todo lo que hagas, es la diferencia entre obedecer y cumplir, y eso, es lo que hace un trabajo bien hecho.
La obediencia nos hace sencillos porque nos enfocamos en la tarea a realizar y no en criticar a las personas; generosos por la disponibilidad de tiempo, el interés y entusiasmo que ponemos al servicio de los demás, generando confianza al actuar responsablemente.
Podemos ver que la obediencia es una actitud responsable de colaboración y participación, dejando atrás el "hacer para cumplir", que eso lo hace cualquiera, poner lo que esta de nuestra parte es lo que hace de la obediencia un valor, no sólo importante, sino necesario para las buenas relaciones, la convivencia y el trabajo productivo.

viernes, 21 de mayo de 2010

Oración

¡Oración al Corazón de Jesús Maestro!

Enséñame, Señor, a ser dulce y afable en todos
los acontecimientos de la vida; en las
contrariedades, en la falta de consideración de los demás,
en la insinceridad de aquellos en quienes yo confiaba... en
la infidelidad de aquellos en quienes yo me apoyaba.
Haz, Señor, que me olvide de mí mismo para pensar en
la felicidad de los demás; a encausar mis pequeñas penas y
angustias, para sufrirlas contigo.
Enséñame a sacar provecho del sufrimiento que atraviesa
mi camino. Haz que sepa usarlo de tal modo que me
torne dulce, y no duro y áspero; que me torne paciente, no
irritable; generosa en mi perdón, no mezquino,
arrogante e intolerante.
Que nadie sea menos bueno por mi culpa, menos puro,
menos sincero, menos amable, menos noble, por haber
sido mi compañero de viaje en el camino hacia la vida
eterna.
Ymientras procuro de no perturbar a los otros, haz que
susurre de vez en cuando una palabra de amor por Ti.
Que mi vida transcurra en lo sobrenatural, plena de
fuerza para el bien y fuerte en su empeño de santidad.
Amén.

Juan Carlos Pisano

Tus sueños

Todos nuestros anhelos pueden hacerse realidad.
Sólo tenemos que estar dispuestos a trabajar duramente
y creer en nosotros mismos y en la providencia divina.

Construyamos, sin temor, el futuro que queremos;
los sacrificios serán semilla de grandes beneficios;
Tomemos el control de nuestra vida y disfrutémosla a fondo.

Saquemos fuerzas de la oración,
y del encuentro con los que amamos
y dejemos que los que nos aman, nos ayuden.


Abramos el corazón;
dejemos caer las máscaras;
decidámonos a vivir con autenticidad.
Creamos en la bondad del hombre
y reguemos esa fe con buenas obras.

Mostrémonos agradecidos
por todas las cosas que nos rodean;
hemos sido bendecidos por Dios con el regalo de la vida
y cada uno de los dones y talentos que todos tenemos.


Escuchar la Palabra del Padre,
el testimonio de Jesús
el soplo del Espíritu
y, con sinceridad y sencillez, nuestra conciencia,
es el secreto de la felicidad.

Vivamos de acuerdo con nuestro deseos más nobles
y todo lo demás vendrá como consecuencia;
y nuestros sueños se harán realidad.

Perfil del educador “incluidor”

El educador “incluido” deberá cultivar y acrecentar ciertas cualidades y conocimientos enriquecidos por la cotidiana experiencia y la permanente actualización.

1. Tener un adecuado concepto de persona: ser trascendente con un destino eterno. Éste es el principio que sustenta la igualdad de todos los hombres y, por lo tanto la razón principal que justifica y reclama el paso de la exclusión a la inclusión.
2. Reconocer las diferencias que excluyen como un valor agregado para la sociedad y no sólo como un problema.
3. Diagnosticar las causas de la exclusión con precisión y saberlas relacionar con el medio ambiente familia y social en que se vive la exclusión de cualquier género que sea. Esto implica espíritu de observación y buen criterio para conocer, diferenciar y relacionar las distintas causas de exclusión. El acertado diagnóstico es pórtico de solución.
4. Formarse y actualizarse. La formación profesional es indispensable.
5. Poseer corazón amplio y generoso, reconociendo que la inteligencia es más inteligente cuando pasa por el corazón. Creemos en las inteligencias múltiples. No es suficiente conocer las causas de la exclusión para remediarla; hay que aceptarlas y amarlas. La pedagogía de la presencia, de la caricia, de la ternura, de la palmadita en el hombro son altamente eficientes. La inclusión pasa por el amor; es tarea de estar con. Sin esto, la mayor preparación profesional, logrará frutos menguados.
6. Crear relaciones; ser hombre o mujer capaces de trabajar en equipo; hombres y mujeres que establezcan puentes y no trincheras.
El éxito de la inclusión educativa es un verdadero trabajo comunitario, la suma de muchos esfuerzos.
7. Exigir, exigirse. La Palabra llama la atención y parecería no adecuada para el trato con un niño o joven que tratamos de incluir en la sociedad con herramientas, conocimientos y actitudes que le hagan lo menos diferente posible. El educador de la inclusión, no puede ser un mediocre, ni por su asiduidad, ni por su capacidad de entrega al trabajo. El educar a niños diferentes reclama continuidad y dedicación en tiempo y modo frente a los educandos.
8. Imaginar. Yo siempre he admirado a las maestras jardineras, porque con materiales descartadles, hacen maravillas seductoras y educativas. El docente incluidor debe ser creativo, con imaginación renovadora. Tendría que poseer la capacidad de hacer nuevo lo viejo y atractivo lo rutinario. Tendrá también que imaginar la actitud, el gesto personificador que más llega al alumno; qué palabra de aliento o de reproche, estimula y moviliza el cambio de actitudes y lo convoca a la indispensable cooperación personal que hará posible la inclusión.
Toda educación es un desafío a la creatividad innovadora.
9. Esperar. Educar es sembrar y se siembra porque se espera una cosecha. El educador incluidor es el hombre o la mujer que viven en clave positiva, en clave de esperanza. Miran con alegría el vaso lleno a la mitad porque creen en su capacidad de llenarlo.
La esperanza ayuda al educador a comprender que el grado de inclusión de cada sujeto en proceso es diferente; cada uno tiene sus posibilidades, sus tiempos y sus logros.
10. Orar. Nadie como el educador experimenta lo difícil de su misión en los tiempos que corremos. La cruda realidad le invita a constatar sus limitaciones, a ser humilde. Cuanto más cerca de Dios estemos, más nos comprometemos con los hombres. A Dios le duele el mal, la exclusión de sus hijos, y le siguiere al orante: dame una mano, ayúdame a mitigar el dolor y la marginación de mis hijos.
La oración nos hace de nosotros radares ultra sensibles que detectan el dolor y ojos avizores que intuyen la humillación excluidora; nos regala manos servidoras que ofrecen auxilio y comprensión. Además, es en la oración, ante el señor, donde mejor percibimos la dignidad del excluido y su derecho a ser atendido y liberado.

Hno Magdaleno
Marista

jueves, 20 de mayo de 2010

Pensamiento

"Cuando eres un educador siempre estás en el lugar apropiado a su debido tiempo. No hay horas malas para aprender"
         
                                                                Betty B. Anderson

Modelo de escuela, modelos de solidaridad

Eduardo Casas

Nuestra realidad de contexto nos muestra que vamos siendo protagonistas de una pérdida de
integración social. Cada vez más, lamentablemente, se advierte un “sector residual” y excluido que va
quedando rezagado, deshecho o simplemente desprovisto de derechos, posibilidades y habilidades para
competir en forma adecuada.1
Somos conscientes que “la escuela católica se encuentra ante un cambio de paradigma, ante
una nueva concepción de la solidaridad, ante un proyecto de Escuela Católica en Clave Pastoral y
ante la exigencia de una mayor y mejor inserción dentro de la sociedad”2. Es preciso superar el
concepto de solidaridad cerrada y pasar al de solidaridad abierta “que nos permite pensar la educación
como un hecho social e igual para todos; no aislado y centrado en sí mismo”3 sino asumiendo “una
función abiertamente misionera, con capacidad de encontrarse con la realidad y no quedarse
indiferente”.4 En definitiva, “la escuela católica en clave pastoral es comprender la escuela en clave de
encarnación, donde todas las dimensiones de la misma no se viven como compartimentos estancos
sino como un todo”.5
También sabemos que coexisten diversos “modelos de solidaridad”6 que no resultan válidos: la
solidaridad como espectáculo mediático; la solidaridad como campaña de beneficencia y filantropía en
ciertas circunstancias especiales y la solidaridad como cooperación asistencial y verticalista son
“reduccionismos” que “instrumentalizan” a la solidaridad para algún otro fin. Consideramos que la
concepción más integral y evangélica es la solidaridad como encuentro, la cual nos impulsa a
sumergirnos en la realidad afrontando las necesidades que nacen de la carencia, el dolor y la injusticia sin
quedarnos indiferentes, viviendo de modo que la solidaridad se incorpore en el proyecto de vida de cada
uno7 y de cada institución.


1 Cf. CASIH, J.; CASTRO, P.; - FARAH, N.; MOLINER, C.; PELUFFO, S.; Seminario de Planificación Pastoral,
Córdoba, 2002, 7.
2 Cf. PELUFFO, SANTIAGO, La escuela católica ante el desafío de la solidaridad, UCC, 2002, 128.
3 Ídem.
4 Ibíd., 129.
5 Ídem.
6 Cf. ARANGUREN GONZALO, LUIS A., Reinventar la solidaridad, Voluntariado y educación, Editorial PPC, Madrid,
España 1998.
7 Cf. PELUFFO, SANTIAGO, Op. Cit., 43.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Para Reflexionar

P. Pablo Cabellos Llorente


Amistad

En Cristo se robustece toda amistad.

Deseaba escribir sobre la amistad. Tal vez no lo hice antes porque hay muy buenas cosas sobre este gran tema, desde el De amicitia de Cicerón, pasando por Aristóteles en su Ética a Nicómaco, Tomas de Aquino en algunos pasajes de la Summa Theologica o más recientemente Vázquez de Prada con su Estudio sobre la amistad. De algún modo, la niega Hobbes en Leviathan o Nietzsche en Zaratustra. ¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo? Así se interroga Cicerón con respuesta sobreentendida.
No todo amor es de amistad, sino el que entraña benevolencia, es un amor-dádiva por contraposición a amor-necesidad. Se podría añadir que la amistad es la benevolencia recíproca dialogada, como afirma Yepes. La amistad es un diálogo habitual, ni siquiera interrumpido por la separación. En estos parámetros, puede observarse que el placer o el interés no causan la verdadera amistad. Surge de compartir algo, de tener objetivos comunes; es un marchar juntos, incluso en las discrepancias (Yepes). Naturalmente, ese tareas, actividades u opiniones sobre las que se conversa o se escribe, moviliza energías, saca de la inactividad. Esta amistad necesita abrir el propio mundo interior para hacerse resistente, para dar al amigo la propia intimidad.
Luis Vives escribió: no hay riqueza tan segura como un amigo seguro. Porque los amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se les ruega, y nuestra desgracia sin ser llamados. Se muestra que la esencia de la amistad no es el afecto mismo, sino una relación que supone el afecto y representa uno de los valores más altos de nuestra vida porque presupone muchas virtudes, tales como la sinceridad, lealtad, desinterés, comprensión, servicio. La Escritura da gran valor a la amistad: Un amigo fiel es poderoso protector; el que lo encuentra halla un tesoro. Nada vale tanto como un amigo fiel; su precio es incalculable, dice el Libro del Eclesiástico. Cristo se dirige así a sus Apóstoles: Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; a vosotros, en cambio, os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. Comentará Tomás de Aquino que los secretos de la divina sabiduría se comunican a los amigos.
Dios es nuestro amigo, quiere necesitarnos para comunicarse, compartir, darse. Jesús tuvo muchos amigos -¡la familia de Betania!- y afirma que nadie tiene amor mayor que el de dar la vida por ellos. Él lo hace por los hombres, brindando su amistad a todos. Partiendo de Él, se robustece toda amistad humana. San Agustín escribió: no hay amistad verdadera sino entre aquellos que Tú aúnas entre sí por medio de la caridad. La compañía del Amigo, revalida la amistad entre nosotros. En esa reciprocidad de dones, el cristiano procurará mostrar la realidad de Dios y de la felicidad cristiana a quienes ama. Se lee en Camino: “Esas palabras deslizadas tan a tiempo al oído del amigo que vacila, aquella conversación orientadora, que supiste provocar oportunamente; y el consejo profesional, que mejora su labor universitaria; y la discreta indiscreción, que te hace sugerirle insospechados horizontes de celo…Todo eso es apostolado de la confidencia”. No es instrumentalizar la amistad, sino llevarla a sus últimas consecuencias.
Publicado en Levante-EMV el 08.08.09

lunes, 17 de mayo de 2010

Para Reflexionar

Ten calma

Estas son dos palabras que

traducidas en actitudes

de nuestra voluntad

pueden hacer milagros.

Es necesario tener calma

para saber decidir bien

y evitarnos contratiempos.

Saber esperar un minuto

y actuar sin prisa, nos traería

una sabia actitud para actuar mejor .

Dios inventó el tiempo,

nosotros la prisa.

Dios ha hecho las cosas muy simples,

los seres humanos

somos quienes nos complicamos.

Todo llega a su tiempo

¿Por qué apresurarnos?

Debemos vivir bien cada momento,

para que así, el futuro

sea una realidad buena

y el pasado esté lleno de hermosos

y gratos recuerdos.

Porque si vivimos mal el presente,

en el futuro nuestro pasado

será una pesadilla con tristes

y amargos recuerdos que traerá

desolación al alma.

La Apóstol que sabe refugiarse en el

Corazón de Jesús

evitará todo contratiempo, porque

encontrará

en El, el manantial de la Vida que le

permitirá hacer un alto para no caer en

el activismo

y darse el tiempo para pensar en hacer

con nuestra vida

y nuestro obrar un canto a la vida,

llevando a todos un

“RAYO DE LA TERNURA DEL

CORAZÓN DE JESÚS.”

                                                                  Hna Nélida (A.S.C.J)

Educadores Católicos

Educadores Ejemplares

San Marcelino Champagnat (1789 - 1840)



«San Marcelino anunció el Evangelio con un corazón ardiente. Mostró sensibilidad a las necesidades espirituales y educativas de su época, especialmente a la ignorancia religiosa y al abandono que experimentaba particularmente la juventud»


San José Calasanz (1557-1648)



Fundador de las Escuelas Pías y Patrono de las Escuelas Populares Cristianas del mundo.
San Juan Bautista de la Salle (1651-1719)
El Fundador del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, Patrono de los Educadores Cristianos.
San Juan Bosco (1815- 1888)
San Juan Bosco fue un educador excepcional. Su inteligencia aguda, su sentido común y su profunda espiritualidad le llevaron a crear un sistema de educación capaz de desarrollar la persona en su totalidad – cuerpo, corazón, mente y espíritu.
La Orden de San Agustín
Trabaja en la educación y predicación en 47 países del mundo.
La apasionante vida de San José de Calasanz
La Orden de las Escuelas Pías y Goya Producciones publican un documental sobre San José de Calasanz.Dvd disponible en 11 idiomas
María Montessori
Constante investigadora, buscó una reforma educativa creando el sistema educativo "Montessori"
Pedro Poveda Castroverde (1874 - 1936)

Tuvo conciencia de la necesidad de que los cristianos estuviesen presentes en el campo de la enseñanza pública...
Monseñor Escrivá De Balaguer, Educador
Excelente modelo para cualquier educador

Juan pablo II Maestro de ética y valores
Juan Pablo II maestro de ética y valores,renovador, impulsor dela catequesis,servidor de la comunión y de la reconciliación...Un hombre integral, un hombre de Dios.

Artículo

Autor: Mayra Novelo

Los niños que viven en familias religiosas son más sociables y tienen mejor rendimiento escolar.



Un estudio analiza los factores en el rendimiento educativo y concluye que las familias muy religiosas y estables tienen hijos más sociables y con mejores resultados en sus estudios.

Los niños que viven en familias religiosas son más sociables y tienen mejor rendimiento escolar.
Las familias estables y con un nivel de religiosidad alto tienen hijos con mejor rendimiento escolar. Esa es la conclusión de una investigación llevada a cabo por el Servicio de Estudios de La Caixa titulado Factores determinantes del rendimiento educativo: el caso de Cataluña y publicado en los Documentos de Economía de la entidad.
Una vez más un estudio demuestra, como numerosos informes internacionales ya han constatado, que los hijos que viven en familias estables tienen mejor rendimiento escolar que las monoparentales y las reconstruidas.
La autora del estudio Maria Gutiérrez-Domènech afirma que “Los alumnos que crecen en familias no nucleares, aquellos los padres de los cuales tienen un nivel de estudios más bajo y los inmigrantes de primera generación, son los colectivos más propensos a experimentar más dificultades en el aprendizaje”.
El estudio sugiere que la población infantil se beneficia del hecho de iniciar su primer contacto escolar en edades más tempranas y basa sus conclusiones en el análisis de las puntuaciones en conocimiento global, lengua catalana y actitud escolar, además constata que “los alumnos que crecen en familias monoparentales, extensas y, especialmente, reconstruidas, obtienen peores resultados que aquellos que viven en familias nucleares”.
Más religión, más sociabilidad
Otra conclusión que revela el estudio es que los niños que pertenecen a hogares muy religiosos –practicantes- o padres agnósticos también obtienen mejores resultados que los que tienen padres ateos y no solamente en conocimientos sino que los análisis muestran como esos niños tienen un mayor grado de sociabilidad.
“Finalmente, se observa que el vínculo entre el grado de religiosidad de la familia y el desarrollo de los más jóvenes tiene forma de U. Tanto los que pertenecen a hogares muy religiosos como aquellos de padres agnósticos obtienen calificaciones más altas en conocimiento global que aquellos que crecen en un ambiente moderadamente religioso. En lo que respecta a la lengua catalana, los niños de familias no religiosas obtienen mejores resultados. Por el contrario, el análisis muestra una relación positiva entre el grado de sociabilidad y la religiosidad del hogar”, sostiene el informe.
También es un factor determinante el nivel intelectual de los padres que beneficia a los hijos así como el hábito de lectura y las actividades extraescolares, específicamente tres: informática, música y deporte.
Se demuestra que los hijos de familias muy religiosas (católicos practicantes por ejemplo) son más sociables, se implican más, son más participativos y entregan más tiempo y esfuerzo a los demás, características evidentemente atribuibles al quehacer de los padres. También se constata cómo los religiosos no practicantes no presentan una gran diferencia con el grupo que componen los ateos y los agnósticos.
Estas conclusiones son muy similares a las que llegó el estudio el Centro de Investigación Sociológica (CIS) en su estudio La situación de la religiosidad en España a principios del siglo XXI que determinaba la predisposición social y la participación existente en los miembros de familias muy religiosas.





domingo, 16 de mayo de 2010

EVALUACIÓN

LA CALIDAD DE LOS PROGRAMAS DE EVALUACIÓN Y DE LOS INSTRUMENTOS QUE LOS INTEGRAN
Alicia Rosalía Wigdorovitz de Camilloni
Fecha de nacimiento: 30 de enero de 1936
Nacionalidad : argentina



La evaluación de los aprendizajes se realiza sobre la base de un programa que, al servicio de la enseñanza y del aprendizaje, está constituido por un conjunto de instrumentos de evaluación. Dado que cada tipo de instrumento permite evaluar diferentes aspectos de los aprendizajes de los alumnos.
E1 tiempo destinado a situaciones de evaluación puntual, diferenciadas de las situaciones de enseñanza, debe ser el más breve posible,
Las decisiones de los docentes están fundadas sobre las concepciones que ellos tienen, entre otras, acerca de qué es enseñar, qué es aprender, cuál es la naturaleza de los conocimientos que los alumnos deben adquirir y qué funciones tiene que cumplir la escuela.
Para que haya una evaluación con sentido es indispensable que existan criterios que permitan construir juicios de valor acerca de lo que la información recogida significa en términos de aprendizaje de los alumnos. La primera operación, por lo tanto, consiste en recoger información; y la segunda, en analizar e interpretar la información recogida.
En la actualidad disponemos de una cantidad importantes de instrumentos diversos:
Pruebas objetivas
Pruebas subjetivas (a veces llamadas tradicionales)
En la medida en que un docente es responsable de la elaboración de su programación didáctica, deberá tener la misma libertad para diseñar y administrar su programa de evaluación.

VALIDEZ
Se dice que un instrumento de evaluación es válido cuando evalúa lo que se pretende evaluar con él. Como un instrumento es utilizado para apreciar ciertos logros de aprendizaje de un cierto grupo de alumnos en una cierta circunstancia y en un cierto momento de su proceso de aprendizaje (al inicio, en el transcurso o al final), la validez de un instrumento no puede ser determinada de manera absoluta, sino siempre en relación con su adecuación a los propósitos y situación específica de su aplicación.

Validez de contenido
Se dice que un instrumento tiene validez de contenido cuando representa una muestra significativa del universo de contenido cubierto por el curso o la unidad didáctica, la clase o una serie de clases. La validez de contenido, por lo tanto, requiere que la selección de contenidos que se ha efectuado para construir el instrumento sea equivalente a la de cualquier otro conjunto de contenidos que se hubiera podido seleccionar con ese fin. Se trata, por supuesto, en todos los casos de contenidos importantes por su significación en el aprendizaje de los alumnos.
La validez de contenido es también llamada "validez curricular" porque el criterio externo que se emplea para garantizar esta clase de validez es el diseño curricular, ya que en éste se expresan los propósitos y los niveles de aprendizaje, las secuencias y las sugerencias sobre estrategias e incluso, en ocasiones, sobre actividades de aprendizaje y modalidades de evaluación.

Validez predictiva
Se refiere a la correlación existente entre los resultados obtenidos en una o varias pruebas combinadas y el desempeño posterior del alumno en aquellos aspectos que corresponden al área evaluada por esas pruebas. E1 mismo fin de la educación se define por la voluntad expresa de quien enseña de que los aprendizajes trasciendan el espacio y el tiempo escolares. Es el destino mismo de la educación buscar la perdurabilidad de los aprendizajes.

Validez de construcción
E1 programa de evaluación y cada uno de los instrumentos que lo integran deben estar construidos de acuerdo con los principios de la o las teorías didácticas que sostienen el proyecto pedagógico. Debe haber coherencia entre las teorías y las estrategias de enseñanza.

Validez de convergencia
Concierne a la relación que existe entre un programa de evaluación o un instrumento y otros programas o instrumentos de validez ya conocida. . La validez de convergencia se apreciará analizando las coincidencias entre ambas series de resultados de la evaluación

Validez manifiesta
Validez no se refiere a la validez intrínseca del programa o del conjunto de las pruebas o de cada prueba, sino al modo en que ellos se presentan, aparecen, ante el público.
Los programas y los instrumentos de evaluación deben ser percibidos por los alumnos, sus padres y el público como instancias adecuadas para la evaluación
La razonabilidad de los instrumentos debe ser visible y explicable. Los instrumentos deben ser vistos como formas capaces de dar cuenta de los aprendizajes necesarios de los alumnos, tanto en lo que respecta a la forma como a los contenidos evaluados.

Validez de significado
¿Las tareas de evaluación tienen significado para los estudiantes y los motivan para alcanzar su mejor rendimiento?
La evaluación tiene diversos efectos sobre el aprendizaje. Entre los efectos deseados se encuentra el de proveer información al alumno sobre los progresos y los obstáculos que encuentra en el proceso de su aprendizaje y sobre los errores que debe superar, dándole indicios claros acerca de cuál puede ser el origen de sus dificultades. Pero la evaluación también tiene el efecto de incentivar la motivación del alumno por aprender.

Validez de retroacción
El dominio de los aprendizajes en la educación es mucho más amplio que el que se puede cubrir mediante la evaluación.
La validez de retroacción, que debe ser medida al igual que los otros tipos de validez, impone la realización de acciones de corrección con el fin de restablecer el verdadero sentido didáctico de los procesos de evaluación.

CONFIABILIDAD
Un instrumento de evaluación es confiable cuando une exactitud en la medición y sensibilidad para la apreciación de la presencia y las diferencias de magnitud de los rasgos que mide
Se administra una prueba o se emplea algún otro tipo de instrumento de evaluación y se obtienen ciertos resultados, el instrumento es confiable si, unas semanas después, administrado nuevamente se obtienen resultados similares. Esa constancia de los resultados demostraría, primero, que el papel del azar es muy pequeño y no distorsiona de modo significativo los resultados obtenidos.
La confiabilidad de un instrumento depende, pues, de su estabilidad, su exactitud y su sensibilidad

PRACTICIDAD
Resulta de la conjunción de tres aspectos: su administrabilidad, la facilidad de análisis e interpretación de sus resultados y elaboración de conclusiones y, por último, de la evaluación de la economía de tiempo, esfuerzo y costo de su utilización.

Administrabilidad
La administrabilidad de un programa o un instrumento es un producto de varias características:

1. el tiempo de trabajo de los docentes que insume su diseño y construcción;

2. el tiempo que exige su puesta en práctica;

3. la claridad de la/las consigna/s, es decir, de las directivas que se dan a los estudiantes;

4. los materiales, equipos y lugares especiales necesarios para su administración;

5. la cantidad y preparación de las personas indispensables para la administración, cómputo, análisis

e interpretación de los resultados y elaboración de las evaluaciones.


UTILIDAD
La utilidad de una prueba resulta de su capacidad para satisfacer las necesidades específicas relacionadas con los procesos de enseñanza y aprendizaje.













lunes, 10 de mayo de 2010

Divini illius Magistri

Encíclica del Papa Pío XV, sobre la Educación Cristiana de la Juventud

1- Esencia, importancia y excelencia de la educación.
Que esté orientada al fin. Para individuo, familia, sociedad. Sobrenatural.
¿Quién?: Orden natural: familia, sociedad civil
Orden sobrenatural: Iglesia

2- Sujeto
El sujeto de la educación cristiana es el hombre todo entero, espíritu unido al cuerpo en unidad de naturaleza, con todas sus facultades naturales y sobrenaturales cual nos lo hace conocer la recta razón y la revelación: por lo tanto el hombre caído de su estado originario, pero redimido por Cristo y reintegrado en la condición sobrenatural de hijo adoptivo de Dios, aunque no en los privilegios preternaturales de la inmortalidad del cuerpo y de la integridad y equilibrio de sus inclinaciones. Quedan, pues, en la naturaleza humana los efectos del pecado original, particularmente la debilidad de la voluntad y las tendencias desordenadas.

3-Ambiente
Familia cristiana. Escuela: neutra-laica-única. Escuela Católica: que toda la enseñanza y organización estén imbuidos de espíritu cristiano.

4- Acción católica para la escuela
Las buenas escuelas son fruto: tanto de las buenas ordenaciones, pero principalmente de los buenos maestros.
San Gregorio Nacianceno llama "arte de las artes y ciencia de las ciencias" de regir y formar a la juventud

5- Fin y forma de la educación cristiana
Cooperar con la gracia divina y formar al verdadero y perfecto cristiano.
Forma el verdadero cristiano: todo el ámbito de la vida humana, sensible y espiritual, intelectual y moral, doméstico y social.
Fruto: el hombre sobrenatural, que piensa y obra constantemente según la recta razón iluminado por la luz sobrenatural de los ejemplos y de la doctrina de Cristo.
Prepara el más noble y provechoso ciudadano: los santos han sido, son y serán siempre los más grandes bienhechores de la sociedad humana, como también los más perfectos modelos en toda clase y profesión, en todo estado y condición de vida.